FRAGMENTOS DE UN SABER ENCONTRADO ( II )

Sacudí la cabeza. Lo que Carlos Flores decía me resultaba un tanto difícil de asimilar, y apenas si lo podía razonar, aunque era consciente de que se trataba de un pensamiento mágico que entrañaba su propia filosofía, así que había que buscar un modo de entendimiento en el que los mundos del pensamiento congeniaran en una lógica esencial. ¿Pero cual lógica? La razón sola no era suficiente, y la filosofía de la razón del pensamiento mágico no podía ser en modo alguno especulativa, y mucho menos cualquier descalabrada creencia o imaginación, sino que tenía que tener su asidero en una razón profunda, superior. Carlos Flores pareció leerme el pensamiento porque intervino diciendo: - No, Salgado, no se trata de filosofía especulativa ni de creencias, y sin embargo es inevitable un cuerpo de conocimiento en el que tenga cabida las tres esferas: lo que constituye el círculo de nuestra primera esfera en conjunción con las demás esferas de luz. Pero créeme, no se trata de filosofías de la razón o la sin razón aunque entrañe el paso entre ambas; eso viene bien en cuanto dialéctica de la consciencia, y en el mejor de los casos para mapear nuestra orientación en estos asuntos, en suma,  se trata de amor a la verdad. Lo que viene a ser filosofía bien entendida. La búsqueda del conocimiento y amor a la verdad. Pero no creencias ni especulaciones, sino entendimiento luz, resultado de una experiencia que integra y trasciende los tres centros constitutivos que nos dan brillo como seres de luz. ¿Y sabes lo que nivela a los seres en el Univeso? La Razón Objetiva, pero no la razón como comúnmente la entendemos; la Razón Objetiva es un grado y un nivel integrativo del Ser que Somos, y en nuestro plano tridimensional integra en su esfera los tres centros a la escala frecuencial del Campo Unificado. Es decir; devenimos o despertamos seres de luz: luz-energía-conciencia.