Este viaje ha querido ser un cúmulo de posibilidades en la frontera aparente de los mundos, siempre y en esencia camino del Uno Mismo. La realidad profunda de donde brota el manantial de vida, los cánticos de la Luz.
Hemos siquiera rozado apenas un sueño.
Oleajes cósmicos al filo de visiones como murmullos de soles en el ardiente y frio crisol de las alquimias del tiempo.
Caracolas en la espiral de los universos
Relojes cósmicos de una respiración insondable.
Memorias imposibles en el parpadeo de los instantes evanescentes, densos y sutiles oleajes del misterio de la Vida que Somos.
D.G.
agosto 2012
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